¿Quiénes fuimos en nuestra vida pasada?
¿Cúal es nuestra misión en la actual?
Son preguntas que la astrología de la reencarnación
responde al estudiar una carta natal.
¿Qué es la astrología
kármica?
Es una variante de la ciencia astrológica que
interpreta la carta natal del nativo en relación
al karma que arrastra, para facilitar su futura evolución.
Reconoce la existencia de la ley del Karma o la ley de
causa y efecto. Considera que existe una relación
directa entre la astrología y esta ley causal.
Cada persona posee una información que trae al
nacer y que tiene impresa como una huella indeleble en
su carta astral. Es decir, lo que vivió antes determina
el plan de su existencia actual. Según la astrología
de la reencarnación, todos tenemos una misión
en la vida que consiste en aprender las lecciones a las
que nos somete nuestro karma. Un especialista en esta
materia analiza la situación presente y la historia
personal del nativo, mostrando que aquellos "fallos"
de la personalidad que lo debilitan y lo hacen sentir
menos valioso de lo que es, o se arrastran de sus vidas
anteriores. Este tipo de estudios revela la potencialidad
del individuo y el camino que viene a recorrer en esta
vida.
¿Está escrito el destino
de las personas?
La carta natal no es una fatalidad escrita, sellada y
firmada por designio divino, es un "cuadro de intenciones".
Cada nativo viene a la vida con la intención de
cancelar tal o cual deuda, de proseguir su evolución,
de cerrar un ciclo y abrir otros nuevos. La forma en que
lo haga será su decisión propia, pero si
esta determinación personal está lejos de
lo que le corresponde por ley, los planetar se harán
cargo de que, cómo un río, vuelva a su cauce.
¿Si existen vidas pasadas cómo se reflejan
en la vida actual de un individuo?
Un niño nace en el día y hora en que lo
rayos celestes están en armonía con su karma
individual. Su horóscopo es su retrato, revela
su inalterable pasado y los probables resultados futuros.
Su nueva vida es el resultado -una respuesta- a las situaciones
vividas en sus anteriores existencias. Es decir, se trata
de una suerte de información que transporta consigo
mismo, pero que puede ser renovada a medida que crece
y evoluciona, al aprender más de sí mismo.
Los astros ofrecen la posibilidad de llevar adelante
el aprendizaje necesario para liberarnos del peso de las
deudas que acarreamos.
¿Cómo se manifiesta la ley
del karma en la vida cotidiana?
Dos individuos diferentes, ante los mismos acontecimientos
o circunstancias, se comportan de modo distinto; uno se
echará a correr, alejándose de la situación;
mientras que el otro afronta los hechos hasta el máximo
de sus posibilidades kármicas. El primer individuo
tendrá que volver a repetir la experiencia de ese
acontecimiento una y otra vez; en cambio, el segundo se
encontrará preparado para avanzar en el aprendizaje
de nuevas lecciones. A medida que transcurren los días,
los meses, los años y hasta vidas enteras, el segundo
individuo irá alcanzando niveles de karma cada
vez más elevados y con mayor rapidez; por el contrario,
el primero es probable que se tenga que enfrentar a las
mismas lecciones kármicas, básicas y elementales,
durante una eternidad de períodos de vida.
A pesar de que todos vivimos bajo la misma ley de causa
efecto, cada uno se encuentra encaramado en un peldaño
diferente de la escalera que conduce a la perfección.
Cada peldaño que se ha dejado atrás es una
encarnación pasada. Vida tras vida nos estamos
asegurando de que aquella parte de la escalera ya recorrida
sea firme y sólida.
¿Por qué son diferentes
dos personas nacidas el mismo día a la misma hora
y en el mismo lugar?
De acuerdo con la ley kármica, principio en el
que se apoya la astrología de la reencarnación,
aunque la mayoría de las personas no poseen recuerdos
conscientes de sus vidas pasadas, no sólo están
viviendo los efectos de todo lo que han causado en vidas
anteriores, si no que son precisamente aquellas mismas
causas las que convierten a un individuo en un ser diferente
y único, más allá de coincidencias
y correspondencias que comparte con otros nativos.
Lo que el hombre hizo en el pasado, sólo él
puede anularlo. Nadie más que él, que fue
instigador de causas cuyos efectos está actualmente
experimentando en su vida. El hombre puede vencer cualquier
limitación porque él mismo la ha creado
y porque posee recursos espirituales que no están
sujetos a las influencias planetarias.
Además, la tendencia proyectada por los astros
cotidianamente, aunque similar, es experimentada de modo
diferente. Y es allí donde se hace evidente el
libre albedrío, que significa estar por encima
de las aspectación planetaria.
¿Qué es el libre albedrío?
Si bien al nacer la configuración de los astros
indica los karmas a trabajar, día a día
el transitar de los planetas por el universo influirá
en los puntos de una carta natal. La astrología
indica los períodos o ciclos más favorables
para emprender ciertas tareas y que el proceso evolutivo
sea posible. Marca rumbos, detiene y empuja, pero hay
algo que es preciso aclarar. Se es más susceptible
a la influencia de los astros, mientras se descubre el
propio centro. Justamente, el libre albedrío es
la capacidad de un ser humano de controlar las influencias
cósmicas, y así deja de estar a merced de
ellas.
El nativo más allá de su mandato kármico,
puede decidir aprovechar o no, beneficiarse o no, con
el movimiento planetario permanente. Si, por ejemplo,
hay un tránsito de saturno por la Casa que determina
los asuntos amorosos, el nativo puede elegir tener en
cuenta esta posición o no. Afrontar las situaciones
que sta presencia le plantea significará aprender.
Pero también podría evadir esta circunstancia
y "no ver" lo que sucede por temor a perder
estabilidad, entonces se colocaría contra esa corriente
astral, hecho que lo perjudicaría.
Cada planeta expresa una lección, no tenerla en
cuenta retrasa el aprendizaje y genera un sobrepeso a
la fuerza del planeta en cuestión, que en la siguiente
oportunidad será mucho más directo en la
expresión de su lección.
¿Es posible ponerse fuera del área
de influencia de una aspectación planetaria transitoria?
Sí. Todo astrólogo que tiene en cuenta
el karma de una persona, expresado en su carta natal,
apuntará a que el nativo alcance ese estado de
ser en el que puede elegir y deje de ser manejado ciegamente
por las fuerzas estelares. Para un especialista en esta
disciplina, en el mismo momento en que un individuo logra
trascender las fronteras de la energía planetaria
de cada día, comienza a ser parte del fluído
Universal. Pero para acceder al libre albedrío
debe aprender a controlar sus pasiones y sentimientos;
sólo así conseguirá colocarse por
encima de la aspectación planetaria.
De todos modos, el trabajo real no debe consistir en
estar por encima de las influencias astrales -eso vendrá
sólo- , sino en encontrar en la propia vida la
oportunidad, a través del esfuerzo por comprenderse
y conocerse, de expresar en forma óptima todas
las cualidades e impulsos que la carta natal simboliza.
¿Qué elementos de análisis
tiene en cuenta el astrólogo que estudia el karma?
En la actualidad, la comunidad astrógica suele
aceptar que los nodos de la Luna representan la clave
para la comprensión de la vida del nativo, como
parte de un hilo continuo. Muchos astrólogos consideran
que los nodos tienen incluso más importancia que
el resto de la carta natal. Desde este punto de vista,
la vida de un individuo es un viaje, y los nodos de su
carta astral señalan la dirección de ese
viaje, mientras que la información restante -la
posición del Sol y de los demás planetas-
añadirán detalles adicionales acerda de
cómo va a ser realizada la travesía, cómo
se recorrerá ese camino. A ésto se agrega,
también, el análisis de la acción
de los planetas retrógrados que revelan la disposición
energética de las personas.
¿Qué son los nodos lunares
en una carta natal?
Es a través de los nodos que la astrología
occidental incorpora el concepto hindú de la reencarnación.
Los nodos representan las relaciones causa y efecto, mediante
las cuales el nativo dirige su vida. Sitúan al
individuo en la escalera que asciende al cielo, en la
medida en que definen las lecciones kármicas que
él ha elegido aprender durante esta vida. La posición
de los nodos en la carta astral enlaza al hombre con su
pasado y su porvenir. Son puntos del magnetismo del alma,
uno de los cuales se proyecta hacia el futuro y el otro
procede del pasado. Entonces el nativo adquiere la capacidad
de establecer sus raíces y comienza a experimentar
la existencia de un hilo de continuidad que le hace sentirse
más seguro en su camino hacia el futuro. Esta lectura
de la carta natal marca la diferencia entre la astrología
mundana y la espiritual.
¿Un astrólogo de la reencarnación
delinea una carta natal igual que lo hace el astrólogo
tradicional?
Sí. El mapa astral -carta natal- es una muestra
certera de las vidas anteriores del nativo. Sirve para
constatar, de acuerdo con el plan que cada individuo trae
al nacer, si se encuentra bien encaminado o si ha perdido
el rumbo de su destino. Representa una imagen simbólica
del alma total, tal y como es vista a través de
la encarnación actual. Las experiencias de la vida
se superponen unas a otras como el juego de los colores
en una alfombra finalmente tejida.
La astrología kármica es capaz de señalar
cuál es el aprendizaje que cada ser humano viene
a desarrollar en la presente vida.
¿Cuál es el mensaje que
la astrología se propone transmitir?
La astrología es un lenguaje. Es una de las muchas
maneras que el hombre tiene de ver a Dios. Sin embargo,
la raza humana siempre lo ha concebido como una fuerza
externa: en consecuencia, busca a Dios en las cosas, circunstancias,
personas, etc., es decir, fuera de sí mismos. Al
pensar de este modo abandona el centro de su ser. A través
del horóscopo, que básicamente es la interpretación
del momento presente, se pueden sentar las bases del porvenir,
aquel día en que Dios habite en nosotros y actuemos
con libertad.
Artículo publicado en Predicciones nº84.
http://talisman.iespana.es/Astrologia/AstrologiaKarmica.html
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