Un bebé es un globo de energía. A la
edad de 2 años tenemos, por así decirlo,
una personalidad a 360°. Enseguida, nos damos cuenta
de que a nuestro padres ciertas partes de esa pelota
no les gustan nada: "Pero... ¿es que no
te puedes estar quieto?" ... o "¡No
ahogues a tu hermanito, eso no está bien!".
Y así, para no perder su cariño, hemos
puesto las partes de nosostros que no gustaban a los
demás dentro de un saco invisible que cargamos
a nuestra espalda.
En la escuela, nuestro saco es ya bastante pesado. Aquí
viene el turno de los maestros: "Uno no se enfada
por estas tonterías" "Debes esforzarte
más", así que tomamos nuestro enfado,
nuestra rabia, nuestra lentitud, nuestra pereza y los
metemos todos en el saco.
Seguimos llenándolo durante las escuelas superiores,
pero ya no son los "pérfidos adultos",
sino nuestros coetáneos los que nos meten más
y más presión.
Las distintas culturas llenan el saco de contenidos
también distintos: la nuestra, Cristiana y "civil",
generalmente lo hace con la sexualidad (y con esa gran
parte de espontaneidad ) y con la avaricia, la prepotencia
y la astucia porque ... "Es necesario ser altruistas".
Alrededor de los 30 años tenemos un saco enorme,
y ese globo de 360º que fuimos, tan hinchado de
energía, ya no queda apenas nada.
Pasamos los primeros treinta años de nuestra
vida, atrayendo a las personas y las situaciones que
vibran con nuestra íntima naturaleza no consciente.
Cada signo zodiacal tiene un lado Sombra que en realidad
pertenece a su signo opuesto.
Tras el decididamente agresivo Aries se esconde un vena
de gran indecisión y una enorme sensibilidad
y dependencia en la confrontación de la opinión
ajena: El jefe Aries esconde en el fondo un servidor.
El sólido, confiable, paciente Tauro tiene un
lado pasional, irracional, exigente, posesivo. Ama la
estabilidad, detesta el cambio y las personas que desencadenan
emociones y complicaciones. Pero su lado escorpiónico
teatral y destructivo les provoca secretamente el malestar
tan odiado, empujándolos a esos cambios y a esas
crisis tan temidas.
Géminis: inteligente, cerebral, intelectual,
les gustan los conceptos claros y cristalinos, puede
ser abstracto, pero es un racional.
Tras este rebuscado intelecto hay, sin embargo, un místico
ingenuo y simple, con la mente a menudo confusa, dispuesto
a creerlo todo, a distosionar la realidad, a exagerar
los hechos empujado por la necesidad de creer en algo.
El cálido, sensible, inestable Cáncer,
tierno, lleno de atenciones para los otros , esconde
un ánimo de experto calculador.
Son precisamente los sensibles y frágiles Cáncer
los que pueden si es necesario, servirse de todo y de
todos como autoprotección. A Cáncer no
le gustan los individuos cínicos, insensibles
y calculadores, pero esta sombra secreta está
dentro de él.
El Leo, individualista, egocéntrico, lleno de
confianza, cree en sí mismo y en la unicidad
del propio destino. En realidad esconde el sentido fastidioso
y desagradable de la propia "ordinariez",
siente que es solo una rueda del engranaje, una cara
sin rostro en la locura, una gota en el oceano.
El signo de Virgo, preciso, ordenado, pulcro en el
pensamiento y en las cuestiones prácticas. Serio
y meticuloso en superficie, se pierde secretamente tras
cada sueño con los ojos abiertos; increiblemente
sensible, defiende el lado sombra secreto tratando de
organizar la vida en modo tal que no se le escape donde
no pueda verla: aterrorizado por el caos y la disgregación
típicamente piscianos.
El nacido en Libra puede tener da una agresividad inconsciente,
de egocentrismo y dureza precisamente cuando trata de
ser amable.
El Escorpión puede ser perseguido por el materialismo
taurino y y por el apego a lo que ha creado.
El Sagitario puede estar atormentado por un fastidioso
escepticismo precisamente cuando intenta hacer experiencia
de lo divino.
Capricornio puede verse atacado por una excesiva sensibilidad
y volubilidad cuando debe ser más racional y
realista.
Acuario puede ser presa de la propia secreta autoglorificación
en medio de un discursosobre los derechos del hombre,
el Piscis finalmente puede descubrirse seco y superficial
cuando trata de ser abierto, compasivo y comprensivo.
En un horóscopo todo puede deslizarse en la
Sombra: además del signo opuesto al signo solar
también el Ascendente puede tener una conexión
con el lado oscuro.
Muy a menudo el Ascendente es un punto del horóscopo
que no no nos gusta y en el cual no nos reconocemos.
Particularmente cuando el resto de la carta tiene un
carácter muy diferente, el Ascendente parece
comportarse como una figura autónoma; si un tema
es muy débil en un cierto elemento y y ese elemento
aparece en el ascendente podemos estar casi seguros
de que la Sombra tendrá las características
de ese signo y descubriremos que sobre todo personas
con características de ese signo tienden a aparecer
en nuestra vida con extraordinaria frecuencia.
Otros puntos del tema como el Descendente y el Fondo
del Cielo están igualmente muy ligados a lo que
cae en sombra en la personalidad.
El Medio Cielo parece casi siempre conectado a como
deseamos aparecer a los ojos de los demás.
El punto opuesto, el Fondo del Cielo parece mostrar
lo que no deseamos hacer ver a los otros.
El signo en la base del tema es el área de oscuridad,
donde el sol se encuentra al nivel más bajo,
y es uno de los puntos de mayor vulnerabilidad en el
que la Sombra consigue penetrar.
A menudo también cuadraturas y oposiciones donde
el planeta a un extremo describe cualidades o tendencias
inaceptables para el "yo" pueden señalar
los lados oscuros de nuestra personalidad .
Si nos identificamos firmemente con una serie especifica
de cualidades pertenecientes a nuestra naturaleza en
luz, la aparición de las cualidades opuestas
en otra persona suscita a menudo repugnancia, no es
simplemente una experiencia casual de desinterés
o antipatía.
Traducido del original italiano
por Astro-Campus de:
http://www.cidacatania.it/articoli.asp?id=89
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