Astro-Campus
Autor:
Morin de Villefranche
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LAS ELECCIONES ASTROLÓGICAS

 

La doctrina de las Elecciones Astrológicas tiene por objeto la determinación de las épocas propicias para adquirir bienes y evitar males, a los cuales el ser humano está expuesto a causa de su predisposición genetlíaca.

REGLA I: Una elección no es legítima más que si se toman en consideración los temas de nacimiento, revoluciones solares y lunares, direcciones, tránsitos de los planetas sobre los diversos puntos de los diversos temas y coordinan todos los efectos idóneos para la realización del objetivo de la elección.

 

REGLA II: Búsquese y considérese primeramente la casa de la figura genetlíaca de la cual depende el objetivo de la elección (p.e. X para los honores, VII para el matrimonio, IX para los viajes, etc.).

Si, por ejemplo, la elección busca las condiciones favorables para la obtención de dignidades, determínense las fechas por direcciones del Horóscopo, del Medio Cielo, del Sol y de la Luna, por la de los regentes en las revoluciones solares y lunares, hacia la X radical, o hacia el regente de esta casa, o también hacia el Sol o la Luna radicales, o hacia sus regentes o hacia aspectos benéficos de todos estos puntos.

Después, una vez encontrada la fecha, escójase la hora conveniente levantando el tema de elección de tal forma que la posición del cielo armonice con el objetivo deseado.

 

REGLA III: En el tema de la elección determínese ante todo la posición del Asc. (significador de la persona de quien se trate); la del M.C. (significador de sus actos y empresas) y, finalmente, la de la Luna, que posee en estos asuntos gran influencia. Es importante que todos estos puntos estén bien dispuestos, no solamente en el tema de elección, sino también en el radical.

 

REGLA IV: Véase cuál es la hora en que la casa que interesa en la elevación es más benéfica. Si es igualmente afortunada en los temas radicales y de revolución en curso, tanto solar como lunar, todo irá maravillosamente. Se juzgará particularmente benéfica la presencia en esta casa (o la dominación sobre ella) de los planetas que, en las diversas configuraciones, son ya benéficos por naturaleza o por estado celeste, y determinadas por conjunción, dominación o aspecto, para el objetivo de la elección.

Tratándose de honores (carrera, cargos), la elección será más eficaz si el signo que culmina en el tema culminaba ya en los otros temas o contenía a su regente.

Cuídese también de que ningún planeta o contrario al objetivo perseguido, por naturaleza o determinación radical, se encuentre en la casa interesada del tema de elección y trátese de que haya en ella un planeta benéfico (o su regente bien dispuesto); estando éste también, si es posible, en buena relación con el Asc., M.C. o sus regentes.

 

REGLA V: En las cosas que os conciernan personalmente, haced que el Asc. de la elección sea vuestro propio Asc., radical o de revolución, solar o lunar.

En las cosas en que tengáis necesidad de la colaboración de vuestros amigos, tomad la cúspide de la XI o de la V radical como Asc. de la elección.

 

REGLA VI: El Asc. del tema de elección debe armonizar con la naturaleza del objetivo de la elección. Así pues, tratándose de viajes, tratad de que un signo mutable (y no uno fijo) esté ascendiendo. Por el contrario, si el acontecimiento debe perpetuarse, como el matrimonio o la construcción de una casa, optad por la ascensión de un signo fijo.

Igualmente cuídese de que el regente del Asc. de la elección no sea ni lento, ni retrógrado, ni atacado por maléficos o (y sobre todo) aspectando a éstos.

 

REGLA VII: Colocad de día el Asc. y el Sol en signos diurnos y de noche el Asc. y la Luna en signos nocturnos y, dentro de lo posible, el regente del Asc. cerca de los luminares. La elección aún será mejor si, de día, los planetas diurnos están en signos masculinos, sobre el horizonte y orientales al Sol; o si, de noche, los planetas nocturnos están bajo el horizonte en signos femeninos y occidentales a la Luna.

 

REGLA VIII: Es favorable que el regente del Asc. de la elección sea también el regente del Asc. de una de las revoluciones actuales o del tema radical y que, además, sea benéfico por naturaleza, posición y aspectos.

 

REGLA IX: Si el objetivo de la Elección es una petición al Rey, a la Reina, a un príncipe o a algún personaje importante, ajustad el Asc. de la elección a su regente, al regente del M.C. radical o de revolución, o también a los planetas significadores por analogía (p.e. el Sol para el Rey, la Luna para la Reina, Júpiter para el Canciller, Presidente u Obispo, Marte para el Ministro de la guerra, etc.).

Y si el planeta significador por analogía es al mismo tiempo regente del M.C. de la elección, la eficacia será mayor. No obstante, hay que tener cuidado de que dicho planeta no esté mal determinado o aspectado en los distintos temas.

Se debe proceder de análoga manera cuando las personas de quien se trate pertenezcan a las casas 3, 4, 5, 7 y 11 de la configuración genetlíaca.

 

REGLA X: Si un planeta, y particularmente la Luna, es significador de la muerte en el tema radical, se le atribuye el de significador de vida, o por lo menos se toman precauciones en el tema de la Elección.

 

REGLA XI: El nativo no deberá intentar nada cuando la Luna transite las posiciones de Saturno, de Marte, y sus malos aspectos, las casas 6, 9 y 12, y todos los aspectos maléficos del radical, las revoluciones y la Elección.

 

REGLA XII: Cuídese de que no se produzca en el tema de la Elección ningún aspecto de la Luna hacia Marte que venga de las casas de Venus; hacia Júpiter de las casas de Mercurio, hacia el Sol que venga de las casas de Saturno.

 

REGLA XIII: Es favorable que la Luna, en conjunción con Saturno o Júpiter, esté en sus fases luminosas, y desfavorable que esté en sus fases poco luminosas. Es preferible lo contrario cuando está en conjunción con Marte o Venus.

 

REGLA XIV: Obsérvese bien la posición de la Luna en el tema de la Elección. Si se encuentra en trígono o sextil con algunos planetas radicales, el acontecimiento se producirá con la ayuda de las personas significadas por estos planetas por analogía o determinación radical. Una cuadratura o una oposición significarán que dichas personas se opondrán a la realización del asunto. La Luna en trígono a Marte radical en VII, o regente de VII, en buen estado cósmico, predispone al éxito en las contiendas y en los pleitos, o al favor del jefe en los asuntos militares, o al del procurador en los procesos. Las cuadraturas y oposiciones de la Luna y Marte predisponen a lo contrario.

 

REGLA XV: Es ventajoso que la Luna esté en la casa de la Elección relativa al objeto de ésta (p.e. en IX si el objeto es un viaje), a condición de que sea benéfica en su posición radical. Y si esta posición fuera también determinada al objeto de la Elección, sería aún mejor.

 

REGLA XVI: Obsérvese que la Luna no esté en conjunción o se aspecte con un planeta retrógrado; esto impediría conseguir un final feliz.

 

REGLA XVII: Si es imposible que la Luna y el Asc. sean benéficos al mismo tiempo, de día beneficiad el Asc. y de noche beneficiad la Luna. Además, será mejor que ésta quede bajo el horizonte de día y sobre el horizonte de noche.

 

REGLA XVIII: Determinad la posición de la conjunción u oposición de los luminares anterior a la Elección, de forma que este punto sea, en su tema, benéfico y en casa conveniente.

 

REGLA XIX: Cuando la Luna se separe de una conjunción o de una oposición al Sol y se aspecte a un planeta maléfico,, y en particular mal relacionado en el tema radical, evitad escoger este período, , muy maléfico para comenzar cualquier cosa. El período es peor si la Luna aspecta en cuadratura u oposición al Sol.

 

REGLA XX: Del buen o mal estado de la posición de la conjunción u oposición precedente de los Luminares y de los planetas que la Luna aspecta, depende el resultado de la Elección.
-Si la posición es buena y los planetas benéficos, el acontecimiento será feliz y tendrá buenas consecuencias.
-Si la posición es mala y los planetas maléficos, el acontecimiento será desagradable o no se cumplirá.
-Si la posición es buena y los planetas maléficos, el acontecimiento empezará bien y continuará mal.
-Si la posición es mala y los planetas benéficos, el acontecimiento empezará mal y terminará bien.

 

REGLA XXI: Si la elección es urgente y no se puede esperar a que todos los significadores estén en las mejores condiciones, es necesario, al menos, que el regente del Asc. esté bien adaptado y que un planeta benéfico esté en algún ángulo, en buen aspecto con el regente del Asc.

 

REGLA XXII: En toda elección urgente, si os es imposible que la Luna sea benéfica, poner a Júpiter o Venus en el Asc. o M.C., y la Luna en una casa cadente. Tened cuidado de que ningún aspecto (sobre todo maléfico) venga de ningún planeta maléfico por naturaleza o determinación, bien hacia el Asc. o bien hacia el planeta que, por naturaleza o por determinación, es significador del objeto de la Elección.

REGLA XXIII: Es muy difícil que en una Elección, y sobre todo en una urgente, todos los significadores se armonicen exactamente. Así pues, siempre deberéis tratar de hacer lo máximo posible y actuar con prudencia. Acordaos que, en la cooperación de los hombres con los astros, cuanto más diligente, fuerte y sagaz sea, más derecho tiene a esperar.

 

REGLA XXIV: En todas las Elecciones, observad que los maléficos no estén en los ángulos, sobre todo en Asc. y M.C.; salvo si en tema radical son benéficos por estado cósmico y determinación, pues no hay que olvidar que algunas cosas están gobernadas por los maléficos, como los combates, las victorias y los procesos por Marte, la agricultura y la construcción de casas por Saturno.

 

REGLA XXV: No descuidéis la acción de las estrellas fijas, sobre todo las más importantes, pues, en los ángulos o en conjunción con los significadores, pueden cooperar mucho.

 

REGLA XXVI: No hagáis una operación en una parte del cuerpo cuando la Luna esté en el signo que rige ese miembro.

 

REGLA XXVII: Purgad cuando la Luna esté en signo de agua y más particularmente en Escorpio o en Piscis.

 

REGLA XXVIII: Para un viaje observad ante todo que la casa VIII o sus regentes no estén afligidos. Evitad que el Asc. esté en un signo fijo, que su regente esté herido o retrógrado, y que la Luna esté mal aspectada, pues cualquiera de estas cosas malograría el viaje.

 

REGLA XXIX: No salgáis a combatir con el regente de Asc. débil o maleficiado, o transitando la VII (salvo si está fuerte), o entrando en VIII, o también con la Luna mal dispuesta.

 

REGLA XXX: Cuando solicitéis algo al Rey y a la Reina o a los poderosos, poned al Sol o la Luna en conjunción con Júpiter o Venus, bien dispuestos en X y bien unidos al regente del Asc., y TENDRÉIS ÉXITO.

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