La Revolución Lunar es una técnica previsional
que junto a los Tránsitos, las Direcciones y
las Revoluciones Solares sirve al astrólogo para
determinar los sucesos y luego fijarlos en un contexto
que permita establecer el sentido que tendrán.
"La conjunción es la conexión más
potente y eficaz(...) porque las fuerzas influyen mayormente
unidas que separadas. En la conjunción la unión
de planetas alcanza su totalidad, éstos se encuentran
en la misma línea y en el mismo punto del cielo
en relación con la tierra". Astrología
Gallica. Morin de Villefranche. Libro XXV.
El retorno de la Luna a su posición natal informa
sobre el mes que inicia en el preciso momento de la
conjunción y termina en el inmediatamente sucesivo.
La Luna, cada 28 días aproximadamente, recorriendo
los 360 grados del Zodíaco, regresa al punto
de partida " ...el regreso del planeta a su posición
primaria significa un renovarse del potencial astral
de nacimiento; regresando a su base toma una nueva fuerza,
afirmando en una recreación del ser la esencia
de su identidad." (Andrè Barbault "La
prévision de l'avenir par l'Astrologie"
Hachette, 1982.)
Las Revoluciones solares y lunares, lo mismo que las
Direcciones primarias, exigen una rigurosa precisión
en el horario de nacimiento; los datos otorgados son
casi siempre aproximados, recuerdos de familia vagos
o equivocados; esta dificultad conduce a preferir solamente
los Tránsitos, que exigen menor exactitud. Sin
embargo existe una estrecha relación entre Revoluciones,
Progresiones y Tránsitos, las tres técnicas
se complementan; "tres sistemas sobrepuestos valen
seguramente mucho más que uno solo", afirma
J.L.Brahy.
Una previsión aislada no dice nada, pero comienza
a significar algo si se la coloca junto a otras, diversificando
el acceso.
Las Revoluciones Lunares funcionan en relación
de dependencia del Tema Natal; puesto que tienen su
origen en la Carta Natal no pueden separarse de su autoridad.
El lugar donde se encuentra el nativo en el momento
del regreso lunar, determinará la domificación,
respondiendo al mismo principio que se usa en la Revolución
Solar. El alejamiento hacia occidente hace retroceder
el Ascendente mientras que ocurre lo contrario si nos
movemos en dirección oriental.
Las R.L. suelen reflejar con mayor frecuencia los estados
de ánimo que los reales acontecimientos. A través
de su interpretación logramos captar la sensibilidad
profunda del alma: la mujer vive el destino de su feminilidad
en tanto que el hombre lo vive en relación con
el mundo femenino; los sentimientos, los deseos y las
pasiones se manifiestan con nitidez. En la Carta Natal
el destino sentimental puede ser analizado en las configuraciones
de Luna, Venus, Júpiter en relación con
el Descendente y el Fondo Cielo. En la R.L., que expresa
más intensamente pasión, ternura, angustia,
alegría de vivir, se evidencia con mayor claridad
la determinación del destino lunar en el Ascendente
( Casas I y XII) y en el Medio Cielo ( Casas IX y X).
Los nativos con una Dominante lunar reaccionan mejor
que los otros a las R.L., porque están más
en sintonía con las motivaciones subjetivas que
ésta resalta .
Podemos hablar de Dominante lunar cuando en el Horóscopo
la Luna se encuentra
en el signo de Cáncer (domicilio) o en Toro
(exaltación)
Luna angular
Luna en aspecto con los regentes del Descendente y del
Fondo Cielo
La Luna puede ser considerada como dominante cuando
el Sol se encuentra en Cáncer o en Toro, en las
Casas IV y II. Estas indicaciones si bien no se presentan
todas juntas, ofrecen sin embargo algunas pistas para
identificar a la Luna como Dominante.
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El eje Ascendente-Descendente, llamado también
línea del horizonte, divide el horóscopo
en dos partes iguales. El Ascendente nos pone en relación
con el conjunto de generaciones que nos han precedido
y con todo lo que hemos recogido o que nos ha sido legado
por nuestros antepasados. El Descendente por el contrario,
es el punto de partida que nos liga a la posteridad
y que inicia nuestra acción tendiente a dejar
vestigios espirituales.
Sobre el horizonte, o sea entre las Casa VII y XII,
se origina el dominio de la Conciencia, que inicia en
Casa VII-Libra, regida por Venus-materia, y con la exaltación
de Saturno-separación-desapego. Abajo del horizonte
subsiste la materia y la parte del ser que escapa a
nuestro control.
La Casa IV es el punto más bajo del horóscopo,
la medianoche, y representa la vida inconsciente; el
punto más alto, mediodía, corresponde
a la Casa X-Capricornio y representa la vida consciente.
La palabra conciencia proviene del latín conscientia,
que es la facultad de tomar distancia de las emociones
para comparar y juzgar; conocimiento compartido con
otros; conocimiento profundo de sí mismo.
La Casa IV-Cáncer brinda un modo distinto de
conocimiento: subjetivo, difícil de aferrar,
cambiante, ilógico; se manifiesta con las características
ambiguas de la Luna, que reina en el cielo cuando el
Sol ha desaparecido. Tratar de captar lo que cada uno
oculta en su "infierno" personal (inferus=bajo,inferior)
es el requisito para salvaguardar esta facultad, pero
a condición que sea integrada a los valores de
la Casa X-conciencia.
El fin de la vida terrena se encuentra en la Casa IV,
que también representa la tumba, la última
morada. La Luna simboliza además, la multiplicidad,
correspondiente a las diversas inclinaciones que conviven
en la naturaleza humana. En analogía con la repetición
duradera de la huella del Infinito en la materia, es
también el astro de la Encarnación para
los esotéricos .
En la mitología están asociadas al Cáncer
las divinidades lunares que expresan valores reproductivos;
simboliza además la infancia, la madre, la esposa,
la mujer en general. "Astro que crece, decrece
y desaparece, donde la vida está sometida a la
ley universal del devenir, del nacimiento y de la muerte...la
Luna conoce una historia patética, semejante
a la del hombre, ya que su "muerte" no es
nunca definitiva...Este eterno retorno a sus formas
iniciales, esta periodicidad sin fin definen la Luna
como el astro de los ritmos vitales. Ella controla todos
los planos cósmicos regidos por la ley del devenir
cíclico: agua, lluvia, vegetación, fertilidad"
(Mircea Eliade "Traité d'histoire des Religions"
Le Seuil, 1968).
La fecundidad de la Luna se opone a la esterilidad
de Saturno, que devora sus hijos poniendo fin a la reproducción
material; Saturno es el símbolo de la Sabiduría
y del Ascetismo.
La Luna posee una correspondencia con el espejo, de
allí su propiedad de inversión de la imagen
y de volver atrás; es el astro del pasado y de
la regresión. La Luna refleja la luz ajena y
en este sentido el eco y la imitación responden
a principios lunares.
El espejismo es una ilusión que con su apariencia
engañosa nos aleja de la realidad; en analogía,
el espíritu soñador, que está bajo
el influjo lunar y es traicionado por ilusiones seducentes.
El eclipse es la interposición de un cuerpo
celeste que oculta la fuente de luz de otro; en sentido
figurado es un período de debilidad, de alejamiento
de la luz.
La productividad es también un concepto lunar,
ligado al principio material del rédito, y a
todo lo que ofrece un provecho realizado mediante el
ejercicio de una actividad económica (La Luna
está en exaltación en Tauro y Júpiter
en Cáncer).
En el Hemisferio Norte, que está bajo el signo
de Cáncer, la productividad y el desarrollo material
desmesurado se han manifestado en sus aspectos peores.
En el Hemisfero Sur, que es Capricornio, se encuentran
las zonas menos productivas del mundo. Pongo en evidencia
que en el Hemisferio Sur el plano de la domificación
y el ciclo primaveril-estivo coinciden perfectamente:
los meses entre septiembre y marzo, correspondientes
a Libra-Casa VII y Piscis-Casa XII, son los meses de
la luz en sintonía total con la parte superior
del Zodíaco y de las Casas Diurnas.
El efecto de Saturno, concentrado en liberarnos del
instinto no dominado, se manifiesta como estímulo
potente de las grandes ambiciones; concierne al destino
y a la acción, ubicándose en la parte
más alta del horóscopo porque está
allí el umbral de acceso a un estado superior,
percibido como un acabamiento.
Este mismo principio hace que las configuraciones presentes
en Casa X de una R.L. sean un indicio de lo que sucederá.
Un astro en el Medio Cielo es un evento, la plena realización
"Los acontecimientos tienen su tiempo que llega
cuando el instinto se asocia con la conciencia, por
el cual el momento astrológico se transforma
en momento psicológico." (Andrè Barbault,
"Le pronostic expérimental en Astrologie",
Payot, 1973.)
El Ascendente de la R.L. representa al nativo, por
lo tanto su sobreposición a la casa natal en
la cual cae nos informa de la calidad o índole
de los sentimientos implicados.
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