II. Sobre la sesión astrológica
Siempre se establece una relación con el cliente/paciente,
relación que pertenece al campo psicológico
y de lo espiritual, y se escapa del alcance de la astrología
como normalmente la entendemos. Ser astrólogo
no es nada más trabajar con números y
con fechas: es también trabajar con gente, con
sentimientos, con muchas preguntas que no tienen respuesta,
con un misterio...
La sesión con un astrólogo siempre involucra
grandes dosis de psicología y es esto lo que
permite que, bajo ciertas condiciones, una sesión
astrológica pueda convertirse en sesión
de terapia, si el astrólogo se siente así
inclinado y utiliza sus herramientas con ese propósito
en mente.
Cuando se trabaja desde el enfoque psicológico,
la consulta/sesión es algo vivo, siempre nuevo
y diferente, donde aprendemos y quedamos con mutuo sentimiento
de gratitud. No sabemos adónde va a parar. No
sabemos lo que va a resultar. Yo sólo doy lo
mejor de mí, y la persona, en retorno, comparte
lo mejor de sí. Si da buenos frutos, es por la
mutua confianza y la buena voluntad de los dos. Por
eso siempre nos enriquecemos.
El fin de la sesión astro-psicológica
no es nunca "predecir", ni tampoco hablar
de "signos y planetas", sino ayudar a la persona
a encontrarse a sí misma, por decirlo de alguna
manera: el fin de la sesión no es "leer
el mapa", sino ayudar.
El material de trabajo es la vida de alguien, su biografía.
Mi herramienta principal es mi propia personalidad de
terapeuta, tal como se manifiesta en mi gesto y en mi
voz cuando atiendo a la persona. Y la astrología
es como el bisturí con el que penetro en el corazón
y las arterias de esta vida/biografía. Yo soy
un artesano, un artista, quien con la ayuda del cliente/paciente,
le estamos dando forma a su pasado y su presente, para
ver en qué dirección va su vida, y poder
ayudarle a que la pueda sanar.
Lo importante es tener siempre claro que nuestro objetivo
no es "leer el mapa" sino ofrecer una ayuda.
Esto requiere que uno esté muy atento a las diferencias
de cada individuo, pues lo que ayuda a uno puede que
al otro "no le llegue". Uno necesita mucho
discernimiento y sentido de auto-crítica para
poder percibir cuándo uno está ayudando
y cuándo no.
La astrología es una herramienta o caja de
herramientas que utilizo a discreción, como un
cirujano utiliza su bisturí, pero es sólo
eso. El misterio no está en la Astrología
sino en el objeto a la que la queremos aplicar y en
la relación que establecemos con este objeto.
Una herramienta puede ser utilizada para diferentes
cosas. La astrología tiene la propiedad de poder
extenderse en el tiempo ilimitadamente, por lo que puede
ser utilizada para re-interpretar el pasado y para organizar
las posibilidades del porvenir. Desde el punto de vista
psicológico, la re-interpretación del
pasado es undamental, sin la cual no es posible el auto-conocimiento
y la curación, y el vaticinio pasa a un segundo
o tercer plano. Ante la realidad rotunda, inagotable
y milagrosa de mi presente, encarnación de mi
pasado, el futuro deja de tener importancia.
Se trata de poder esclarecer la coherencia del Yo
y de su historia. No "adivinar" los acontecimientos,
sino la experiencia subjetiva que los acompaña,
su sentido, el lugar que esas experiencias ocupan en
el conjunto del orden y estructura de la biografía.
Desde el punto de vista psicológico, es muy
ingenuo reducir un aspecto cualquiera por progresión,
tránsito, o dirección, a un único
acontecimiento o evento. El que está acostumbrado
a trabajar con símbolos sabe las muchas formas
que el símbolo asume en la realidad objetiva
o externa, y lo mucho que se puede extender en el tiempo
todo el abanico de posibles experiencias que un sólo
símbolo ofrece.
Nunca dejamos de aprender. Nos damos cuenta de que
la única manera de ayudar verdaderamente a los
demás es conociéndome yo muy bien, lo
cual es un proceso interminable, un esfuerzo sin fin
por ofrecer algo de valor a los que llegan a mi consultorio.
Cada consulta es siempre un gran esfuerzo, una nueva
creación, algo nuevo que aprendí, un nuevo
reto que pude superar. Yo no soy una máquina
a la que el cliente paga y "oprime un botón"
para recibir información.
Es tan importante aprender a escuchar, especialmente
nosotros los astrólogos que sentimos que nuestro
trabajo consiste sólo en hablar o en dar información.
El mapa astrológico cobra vida solo cuando la
persona comienza a hablar, y uno se comienza a maravillar...
Todas la vidas tienen un corazón donde se juntan
el amor, el dolor y la muerte, y es sólo cuando
llegamos a ese corazón cuando brotan las aguas
de la vida que pueden curar. Si esto se oculta, jamás
puede haber sanación. Cuando esto se toca, comienza
la magia.
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