Dado que en varios de mis artículos hago referencia
a las posiciones dracónicas de los planetas,
he considerado oportuno incluir aquí una explicación
de este concepto, así como algunas orientaciones
bibliográficas.
Para quien sólo
tenga unas nociones muy elementales de astrología
y no desee profundizar mucho más en ella,
baste decir que la Carta Dracónica es una
carta astral que refiere los planetas a un zodíaco
distinto al habitual. |
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Este zodíaco comienza en uno de los puntos
en que la órbita de la Luna corta al "otro"
zodíaco (llamado "tropical"), es decir,
deriva de los puntos de intersección entre la
órbita lunar y la eclíptica (Nodos lunares).
Por esta razón se supone que está impregnado
de las características que la tradición
astrológica asocia con la Luna: emotividad, instinto,
maternidad, infancia, ingenuidad, pereza, imaginación,
necesidad de seguridad, búsqueda de protección,
inconsciencia, raices, tradiciones, veneración
por el pasado, la madre, lo femenino, las capas populares,
la receptividad, habilidades camaleónicas, caprichos,
fertilidad, etc.
Quien desee más precisiones, de aquí
hasta el final de esta nota encontrará los procedimientos
básicos de cálculo y referencias para
ampliar información.
En el número 4 del Boletin Astrológico
de A.N.A.E (1980), Karmen Goizueta, haciéndose
eco de una ponencia de Pamela Bennett, nos dice lo siguiente:
"De acuerdo con un mito babilónico, Marduk
o Júpiter, creó el Gran Dragón,
situando su cabeza en el Nodo Ascendente de la Luna
y su cola en el Nodo Descendente, debiendo llevar seis
constelaciones sobre su espalda y seis bajo el vientre,
y de esta leyenda se deriva el Zodíaco Dracónico,
que toma como punto de partida la posición del
Nodo Ascendente de la Luna o Cabeza del Dragón,
al igual que nuestro zodíaco trópico comienza
en el Punto Vernal o 0° de Aries.
En la Carta Dracónica los planetas y ángulos
son situados a partir del Nodo Ascendente de la Luna,
y restando la longitud del Nodo de la longitud de cada
planeta y ángulo se obtiene la posición
dracónica."
Es decir, primero se traducen a grados absolutos las
posiciones relativas a signos. Por ejemplo:
Sol: 18° 20' de Capricornio = 288° 20'
Luna: 12° 45' de Géminis = 72° 45'
Asc: 25° 04' de Libra = 205° 04'
Nodo Norte lunar: 12° 02' de Leo = 132° 02'
Para aquellas posiciones cuyas longitudes absolutas
son más elevadas que las del Nodo Lunar, restándolas
de este obtenemos las posiciones dracónicas.
Sol: 288° 20' - 132° 02' = 156° 18'
Asc: 205° 04' - 132° 02' = 73° 02'
Para aquellas posiciones con una longitud absoluta
más baja que la del Nodo, primero les sumamos
360° y luego procedemos como en el caso anterior.
Luna: 72° 45' + 360° 00' = 432° 45'
432° 45' - 132° 02' = 300° 43'
Finalmente, reconvertimos todo a grados relativos
a signos, quedando las siguientes posiciones dracónicas:
Sol: 156° 18' = 6° 18' de Virgo.
Luna: 300° 43' = 0° 43' de Acuario.
Asc: 73° 02' = 13° 02' de Géminis.
Lo que de este modo se obtiene es una carta que mantiene
los mismos aspectos y ubicaciones de planetas en casas
que la carta tropical, pero presenta un desplazamiento
constante de longitudes eclípticas. Por este
razón, al tratar este asunto en unos cursos que
impartí hace tiempo, proporcioné a los
asistentes un zodíaco recortado que se ajustaba
perfectamente al modelo de carta que allí utilizábamos,
y que con un simple giro que hiciera coincidir el grado
cero de Aries con el Nodo Norte lunar mostraba la carta
dracónica al instante y sin necesidad de cálculo
alguno. Hoy en día, con los ordenadores es incluso
más fácil. (Véase,
por ejemplo, mi programa Cronos 1.0, con el cual pueden
obtenerse cartas dracónicas sin dificultad)
El cálculo no tiene más misterios. Las
complicaciones surgen, por un lado, porque los aspectos
cruzados entre ambas cartas se muestran eficaces. En
nuestro ejemplo, La Luna tropical queda en conjunción
al ascendente dracónico. Y por otro lado está
la cuestión de si los esquemas de interpretación
usados en las cartas tropicales pueden trasladarse sin
más a estas otras cartas. A juzgar por los datos
experimentales de que dispongo, debo dar una respuesta
ambigua: subsiste un reconocible "aire de familia"
entre las manifestaciones tropicales y dracónicas
de cada planeta, pero, a la vez, en cada uno de los
escenarios muestran ciertos comportamientos específicos.
Para hacernos una idea de por qué esto es así,
podemos imaginar ambos zodíacos (tropical y dracónico)
como si fueran dos filtros degradados gigantescos con
el mismo esquema de variación cromática,
pero cada uno de ellos con una tonalidad básica
diferente (más cálida la tropical-solar
y más fría la dracónica-lunar).
He aquí algunas hipótesis de partida
que pueden orientar nuestras observaciones. No son afirmaciones,
solo es una enumeración de posibilidades. Por
tanto, no hay problema en que se contradigan:
1. La carta tropical es mas visible que la carta dracónica,
tanto para un observador exterior como para el propio
interesado. Sin embargo, la dracónica es tan
activa como la tropical, si no mas, pero actua un poco
en la sombra, a la manera de los procesos fisiológicos
automáticos o de los movimientos emocionales
internos.
2. La carta dracónica es más descríptiva
de los primeros años de la vida que de la fase
de adulto.
3. Las mujeres tienen más posibilidades que
los hombres de identificarse con sus cartas dracónicas,
pudiendo en algunas de ellas llegar a ser más
visibles que las tropicales.
4. En la astrología mundial las cartas dracónicas
describen los movimientos de masas: revueltas populares,
manifestaciones, modas, etc.
5. Una de las razones por la que los nodos lunares
son tan importantes es precisamente porque son la puerta
de entrada al zodiaco dracónico. Desde la perspectiva
kármica que asume un ciclo de reencarnaciones
tiene bastante sentido esperar que la carta dracónica
proporcione información sobre nuestra encarnación
inmediatamente anterior.
6a. Los interaspectos formados entre las posiciones
tropicales y dracónicas de los planetas en una
misma natividad nos informan, entre otras cosas, de
las posibilidades que tenemos de tomar conciencia de
nuestros impulsos más primarios o recónditos
y de la forma en que solemos expresarlos. El planeta
tropical es el canal o válvula de escape hacia
el exterior de la libido fijada en el planeta dracónico,
especialmente en los casos de estrechas conjunciones.
A la inversa, el planeta dracónico es el sumidero
que permite al planeta tropical deslizarse al interior
de nuestra riqueza inconsciente.
6b. La distancia en grados entre el punto vernal y
el nodo norte lunar define lo que podiamos denominar
como ANGULO DRACÓNICO FUNDAMENTAL. Cada planeta,
cúspide o punto sensitivo de la carta tropical
mantendrá esa misma distancia con su respectiva
posicion dracónica. Por tanto, si el nodo norte
lunar queda a 0 grados Aries podemos decir que las cartas
tropical y dracónica están en conjunción
(hasta el punto de que serán exáctamente
iguales). Si el nodo norte lunar queda a 0 de Libra,
diremos que el ángulo dracónico fundamental
es una oposición. Y así sucesivamente.
El ANGULO DRACÓNICO FUNDAMENTAL provee un índice
de integración entre los aspectos conscientes
e inconscientes, entre el Ánimus y el Ánima,
entre lo racional y lo emocional, entre el lado yin
y el yang de nuestra naturaleza.
6c. En términos reencarnacionistas, los interaspectos
tropical-dracónica nos indicarían los
puntos de tensión entre las exigencias de nuestra
encarnación actual y los hábitos atávicos
de nuestra encarnación anterior, todavía
inscritos en alguna parte sutil de nuestra naturaleza.
7. La astrología dracónica carece de
planetas generacionales (esto no es una hipótesis,
sino un dato astronómico). Los ciclos dracónicos
de Urano, Neptuno y Plutón quedan todos por debajo
de los 19 años. Es decir que, por ejemplo, Plutón
dracónico es más rápido que Saturno
tropical. Esta circunstancia permite observar el comportamiento
de estos planetas en todos los signos del zodíaco
en un plazo de 18 años o con una muestra de personas
nacidas durante un período similar. La hipótesis
sería que los efectos de estos planetas en sus
manifestaciones dracónicas serán más
comprensibles o próximos a nuestros ritmos biológicos
que en sus manifestaciones tropicales. De hecho, el
que hacia los 18 años se considere que se alcanza
la mayoría de edad puede estar relacionado con
el tiempo en que los planetas lentos dracónicos
alcanzan su primer retorno a la posicion radical. Esto
es lo mismo que decir que hacia esa edad todos los puntos
de la carta habrán completado al menos una revolución,
todos los ciclos dracónicos se habrán
vivido completos al menos una vez.
8. La carta dracónica es más proclive
que la tropical a ser proyectada en otras personas en
lugar de asumida como propia. Por esta razón,
entre otras, se muestra tan activa en algunas -bastantes-
sinastrías. Los aspectos cruzados entre planeta
tropical de una persona y planeta dracónico de
otra son más poderosos que tropical con tropical
o dracónico con dracónico. Presumiblemente,
esto se debe a la oportunidad que el planeta tropical
de una persona ofrece al planeta dracónico de
otra de servir de vehículo a su manifestación,
promocionándolo a la vida consciente y pública
-desde sus orígenes inconscientes y privados.
9. Entre los miembros de una misma familia es más
frecuente que aparezcan llamativas similitudes entre
sus cartas dracónicas que entre sus cartas tropicales.
O bien las dracónicas se parecen a las tropicales.
En definitiva, las dracónicas tienen mucho que
decir en el tema de la herencia astrológica.
10. Los Nodos lunares no requieren ser "draconizados"
o incluidos en el proceso de cálculo de la Carta
dracónica, ya que, por definición, quedarán
siempre a cero grados Aries (nodo norte) y cero grados
Libra (nodo sur). Pero los puntos vernal y otoñal
de la Carta tropical sí que requieren ser "draconizados",
y jugarán en la Carta dracónica un papel
similar al que los Nodos de la Luna juegan en la Carta
tropical. Cualquier planeta en conjunción con
alguno de estos puntos recibe un énfasis especial.
En el ejemplo de cálculo desarrollado más
arriba:
Punto Vernal: 00° 00' Aries = 000° 00' absolutos
= 360° 00' absolutos.
Nodo Norte lunar: 12° 02' de Leo = 132° 02'
absolutos.
Resultado: 360° 00' - 132° 02' = 227° 58'
(17° 58' de Escorpio).
Personalmente suelo denominar al resultado de este
cálculo como "Proyección dracónica
del punto vernal", y es lo que aparece abreviado
como "PV" en las efemérides dracónicas
que se ofrecen en la base
de datos de Astrodigitalia. Para su representación
gráfica puede utilizarse un punto sobre una 'V',
o bien un punto sobre el glifo habitualmente usado para
Aries. La primera forma tiene la ventaja de que permite
cifrar la proyección dracónica del punto
otoñal en la forma de una 'V' invertida con un
punto subscrito.
Para no alargar más esta explicación
remito a quien le interese este tema a las siguientes
fuentes:
Karmen Goizueta, "La carta dracónica",
publicado en el Boletín Astrológico de
A.N.A.E., nº 4 (1980) (lo menciono porque lo he
citado, pero resulta demasiado esquemático en
comparación con los que siguen).
Rosa Solé, "Karma, causación formativa
y sombra", en Mercurio-3, nº 4 (segunda época).
Montserrat Ribas, "Astrología dracónica",
en Mercurio-3, nº 5 (segunda época).
Estos últimos pueden solicitarse a Jaime Martin
y Carmen Oliveda, Apdo. de correos 4103 08080 Barcelona
( tfno: 934-50-49-97 y 932-46-43-33, e-mail: mercurio3@hotmail.com
).
Otro buen trabajo introductorio es el de Néstor
Echarte "Astrología dracónica",
incluido en el número 1 de la revista COSMOVISIÓN,
publicación digital gratuita.
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