(Cap. XVIII de la obra de Jean HIÉROZ
"La Astrología según Morín
de Villefranche, algunos otros y yo mismo". Este
capítulo es de gran importancia para el astrólogo
pues contiene las invalorables reglas de MORIN para
la interpretación de las Revoluciones. Traducción,
notas y aclaraciones del Dr. SPICASC).
Al final de los capítulos del Tetrabiblos que
se refieren a la duración de la existencia, PTOLOMEO
afirma que para decidir entre las diversas direcciones
mortales, es necesario tener en cuenta "el apoyo
o la oposición aportada por los tránsitos
del momento y también de lo que puede ser anunciado
por el retorno vigente en esa época". Se
ha querido ver esta frase la primera alusión
conocida a los tránsitos y a las revoluciones.
MORIN, en su "ASTROLOGÍA GALLICA",
concede gran valor a estas últimas alegando que
por el hecho de retornar a su posición radical
el Sol y la Luna alcanzan una nueva fuerza en relación
al Nativo. A su vez las posiciones de otros astros en
el instante de esta renovación influyen sobre
las cualidades del momento y de la persona en cuestión.
En realidad, el hombre está continuamente sometido
a la Influencia Astral del momento y en virtud de sus
movimientos celestes y terrestres (esto es, en el cielo
y en las casas o esfera local.
NOTA: Los planetas adquieren permanentemente nuevas
determinaciones. Como consecuencia de ciertas circunstancias
particulares, algunas de estas nuevas determinaciones
resultan ser particularmente más activas. Es
natural que en el momento de su paso por un lugar radical,
la acción de un planeta se vea reforzada por
la conjunción que se produce entre ella y el
punto del cielo. Este último actúa como
si el planeta (radical) mismo u otro se encontrara aún
en él. Y es natural también que los planetas
sometidos continuamente, como se hallan, a la acción
de las Luminarias (Sol y Luna), se vean particularmente
afectados cuando éstas, retornando a su posición
genetlíaca (o radical), vean su acción
reforzada por su conjunción con el punto celeste
donde persiste como un reflejo de ellas mismas.
Sin embargo, no se debe olvidar que los astros han
sido pasivamente determinados para toda esa existencia
en ocasión del nacimiento y que esta determinación
persiste durante toda la vida del Nativo. Por consiguiente,
ya sea en las Revoluciones, ya sea en otros tránsitos,
los planetas no pueden recibir determinaciones contrarias
a las radicales, pero sí pueden ser activamente
determinados para que desencadenen su acción.
Si por ejemplo, Marte ubicado en la Casa VIII del Radíx,
se halla en Revolución solar en conjunción,
ya sea con el Horóscopo (Ascendente) natal, o
con el Horóscopo de la Revolución. el
astro se hallará pasivamente determinado a actuar
según su posición en VIII con un sentido
mortífero y activamente determinado por su posición
en I del Radix y/o de Revolución, sobre la vida
del sujeto. En consecuencia, debemos abrigar serios
temores por la existencia o al menos la salud del Nativo.
Los riesgos serán aún mayores si simultáneamente
el Ascendente de Revolución se halla en conjunción
a Marte radical.
EL REGENTE ANUAL Y EL REGENTE DE LA
REVOLUCION
El regente anual ha sido definido por PTOLOMEO en
el último capítulo del Tetrabiblos y MORIN
admite las mismas atribuciones: la Luna a la infancia;
Mercurio a la adolescencia; a la juventud Venus; a la
primera virilidad el Sol; Marte a la segunda; Júpiter
a la primera vejez y Saturno a la segunda.
El regente de la Revolución, como el regente
de la genitura (rádix), es el planeta más
poderoso en los lugares principales del tema, que son
las Casas I y X, los lugares del Sol, de la Luna y de
la Parte de la Fortuna. El lugar del Sol recibe especial
consideración en las Revoluciones Solares y el
de la Luna en las Lunares. Se debe preferir a un planeta
poderoso por hallarse en domicilio a otro que debe su
fuerza a la exaltación o trigonocracia, un planeta
presente en I al regente ausente, pues más vale
siempre presencia sin regencia que regencia sin presencia,
y esto último en mayor grado si el planeta presente
no obstaculiza sino que colabora con el regente ausente.
Por último, debe preferirse un planeta que aspecte
al lugar o lugares que rige (cúspides y astros
presentes en esos signos regidos por el astro) a uno
que no lo haga, como también es preferible un
planeta que se encuentre situado sobre el horizonte
a otro que se halle por debajo de éste.
PRINCIPIOS GENERALES QUE RIGEN LOS
JUICIOS RELATIVOS A LAS REVOLUCIONES
l) De un tema de Revolución nada importante
puede predecirse que no se halle anunciado en el tema
radical y en las direcciones que vencen en el curso
de la Revolución. Y viceversa, nada puede deducirse
de las direcciones que no se encuentre confirmado en
la revolución correspondiente. Pues si, por ejemplo,
el Sol radical se halla en X y vence su dirección
de trígono con un Júpiter bien aspectado,
mientras que en Revolución Solar el Sol se halla
en XII y en cuadratura con Saturno o Marte, sin recibir
aspectos benéficos de Júpiter y estando
mal aspectado este último, las promesas de la
dirección benéfica del Sol no se verán
realizadas. Además en toda revolución,
deberán examinarse los tránsitos del mismo
día y si estos son favorables los resultados
serán bienes (y si desfavorables serán
males), teniendo en cuenta para esto, tanto las determinaciones
radicales como las de revolución
2) La similitud de las significaciones radicales y
de revolución provocan los hechos y circunstancias
enunciados en el rádix. La contradicción
los suprime, retarda o pervierte. Por esta razón,
todo lo que realiza una revolución está
presignificado en el rádix y todo lo que se halla
anunciado para un año dado puede no ser realizado
por la revolución congruente por falta de similitud.
3) En un tema de revolución, cuanto más
similares sean las posiciones de astros y signos a las
radicales correspondientes, tanto más eficazmente
actuará la revolución en la realización
(para bien o para mal) de las significaciones del tema
genetlíaco (radix), siempre y cuando contribuyan
en consonancia las direcciones correspondientes.
4) Una fuerte significación deducida del radix
y confirmada por dirección simbólica o
primaria a menudo se ve reducida, postergada o anulada
por una revolución solar débil al respecto.
Viceversa, una significación débil de
rádix o una dirección poco eficaz puede
verse realizada muy eficazmente (para bien o para mal)
por una potente revolución.
Lo mismo vale, aún cuando en grado menor, para
las revoluciones lunares. En particular se previene
que una revolución lunar débil bastará
para destruir o disminuir la influencia de una fuerte
significación radical o de una revolución
solar.
5) Es desfavorable que los Ascendentes, radical y de
revolución se hallen en signos opuestos y peor
aún, que se hallen en oposición exacta
(sobre todo si se trata de una revolución solar).
Esto es principalmente válido si para ese año
se pueden esperar males y accidentes nefastos anunciados
por el radix y sus direcciones (tales como enfermedades,
diferencias y polémicas, enemigos declarados,
etc.).
Por ejemplo, si la Casa VII radical esta mal aspectada
y si planetas maléficos por naturaleza o estado
cósmico se hallan en Casa I de revolución,
los males previsibles se producirán en el curso
del año.
6) Por el contrario, es favorable para los significados
de la Casa I que el Ascendente de Revolución
se halle en trígono al Ascendente natal y malo
que se halle en cuadratura. Lo mismo es válido
para el MC y la demás cúspides.
7) Si el signo ascendente en revolución contiene
físicamente un planeta que ya estaba presente
en ese signo en el radix, esto afectará al nativo
en lo que hace a las significaciones de la Casa I de
acuerdo con la naturaleza, estado cósmico y determinación
de ese planeta en el tema natal y en la revolución,
acentuándose esto si el planeta se halla en conjunción
al Ascendente de la revolución. Lo mismo tiene
validez para el MC y cúspides restantes.
8) Aquello que un signo dado significa en el tema natal,
se produce en función de las significaciones
de la Casa que ese signo ocupa en revolución,
siempre y cuando las direcciones sean congruentes. Así,
el signo de I radical en Casa XII u VIII de revolución
puede acarrear graves enfermedades, prisión,
enemigos o la muerte del nativo si las direcciones concuerdan.
(He aquí el "principio de superposición
de casas" de Volguine, enunciado con la mayor claridad
por MORIN tres siglos antes. Nota del Trad,)
9) Un planeta dado actúa según la naturaleza
de la casa que él ocupa en el radix y de la que
ocupa en revolución solar o lunar, canalizando
el sentido de la significación radical hacia
el correspondiente de la revolución. Así,
por ejemplo, Marte en Casa II radical y en Casa V de
revolución significará un año de
prodigalidad y/o de gastos en niños y en placeres
a menudo voluptuosos.
Así también el regente de II radical
pasando de V radical a XII de revolución, permite
prever el encarcelamiento o enfermedad del nativo a
consecuencia de los gastos ocasionados por los niños
y las voluptuosidades, combinándose de este modo
los significados de II, V y XII.
10) Se debe prestar atención tanto a la casa
radical donde cae un planeta en una revolución
como a la casa del tema de revolución en que
se halla presente. Así tenemos que Saturno anareta,
en caso de encontrarse en revolución conjunto
al Ascendente radical amenaza la vida del nativo, cualquiera
sea la casa de revolución en que dicha conjunción
se produzca. Sin embargo, este último lugar puede
indicar la clase de peligro mortal que va a atravesar
el nativo. Por ejemplo, la conjunción de Saturno
radical y Saturno de revolución en Casa V de
revolución, reciben una nueva determinación
en el sentido de placeres, diversiones y voluptuosidades,
de donde inferiremos la naturaleza del peligro analizado.
En resumen, en una revolución se deben tener
en cuenta:
a) La naturaleza del astro.
b) Su estado celeste radical.
c) Su determinación radical por presencia física
en casa de la Esfera Local (Mundo) y sus regencias (por
domicilio y exaltación).
d) La Casa del tema radical donde se ubica en la revolución
en cuestión.
e) Su estado celeste en la revolución.
f) Sus determinaciones en revolución por presencia
física en casa y por regencias.
g) Las maneras en que pueden combinarse las significaciones
y determinaciones radicales y de revolución.
11) Un planeta cualquiera modula cada año su
significación radical según la casa que
ocupa en revolución y sus efectos deben juzgarse
teniendo bien en cuenta ambas determinaciones. Se debe
analizar en qué y porqué nuevos estados
celestes y terrestres modifican su acción, recordando
siempre que las significaciones en revolución
están siempre subordinadas a las radicales. Así
tenemos que un planeta en I (o regente de I) pasando
por V incita a los placeres y diversiones especialmente
si se trata de Venus. Si se ubica en X de revolución
estimulará la ambición de honores, sobre
todo cuando se trate de Júpiter.
12) En las oportunidades en que un planeta combina
la significación de dos casas se debe investigar
si esta combinación concierne directamente al
Nativo o a otras personas. Por ejemplo, ciertas personas
han opinado que un planeta ubicado en XI radical y pasando
a VIII en revolución podría significar
la muerte de amistades del nativo. Esto es un error,
pues la VIII esta determinada solamente hacia la muerte
del Nativo y debe concluirse de esta configuración
que los amigos actuarán en relación a
la muerte del Nativo (para bien o para mal según
las demás indicaciones). NOTA: Por el Principio
de casas derivadas sabemos que la Casa VI es la indicadora
de muerte de amistades o protectoras (Es la octava Casa
a partir de XI).
Si en cambio, el astro hubiera estado ubicado en VI
de revolución que es la VIII desde la XI) ello
podrá significar la muerte de amigos del nativo
durante la vigencia de la revolución.
13) Un planeta puede retornar en revolución
sea a su signo radical, a su casa radical, sea a ambos
a la vez o bien a ninguno. Un retorno al signo radical
implica un efecto según el signo radical y la
casa de la revolución en que se halle. Un retorno
a la casa radicar lo hará actuar según
el signo y al regente de la revolución en el
sentido de la casa. Si el planeta retorna simultáneamente
en revolución al signo y casa radicales, sus
efectos en los sentidos comunes al radix y a la revolución
serán extremadamente poderosos. En caso de no
producirse el retorno ni al si ni a la casa es necesario
analizar si e1 planeta se halla en aspectos con uno
y con otra y juzgar de acuerdo a los aspectos terrestres
y celestes en los dos temas de acuerdo al sentido de
esos aspectos.
Por fin digamos que de no existir aspectos en este
último caso la acción del planeta será
poco menos que nula.
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