Cuando leemos o escuchamos sobre el signo de cáncer,
podemos decir que nada tan grave, hostil o agresivo
perciben nuestros ojos u oídos. Por el contrario
las primeras imágenes que nos llegan de estos
nativos responden a una delicada sensibilidad, como
a la necesidad que tienen de ser nutrientes, contenedores,
tolerantes, sacrificados, apegados a la madre y en el
caso de las mujeres a ser maternales con la mayoría
de las personas a las que tratan. El amor por la familia
es una frase que caracteriza al signo. Y asi podemos
citar muchas otras bellas y amorosas características
que lo dignifican.
Aunque agradables y simpáticas no podemos definir
a Cáncer solamente con estas palabras y dejar
de lado su otra cara.
Así nos encontramos con lecturas y análisis
en los que se refieren al signo desde elemento al cual
pertenece, es decir el agua. Es ahí donde observamos
que se intensifican todos aquellos rasgos propios a
dicho elemento, como por ejemplo la fuerte emocionalidad.
Muy positiva, por cierto, para lo que a sentimientos
y afectos se trate, pero que a veces impide desarrollar
un limpio razonamiento propio del aire, o la capacidad
de concretar, virtud propia de la tierra o la iniciativa,
impulso y fe del elemento fuego.
Cáncer comparte con dos signos más al
elemento agua, Escorpio y Piscis, pero a diferencia
de estos, Cáncer, representa al agua de una manera
diferente a los otros dos. Se caracteriza por sentir
y manejar las emociones utilizando ingredientes de sus
otros dos compañeros de elemento.
Sí, cáncer al igual que Escorpio manipula
los sentimientos y al igual que Piscis también
es víctima. Podría decir que cáncer
constituye una mezcla de los otros dos signos.
Después de mucho leer y estudiar sobre el signo
de cáncer, decidí observarlo en vivo,
en el trato directo con el y no a través de un
texto. Descubrí entonces que había dos
características comunes a los nativos, fieles
a su Sol.
Deseo de dominio
Este se evidencia en la familia principalmente. Se
habla de la familia como una de sus más notables
características, mas no se menciona el dominio
que ejerce sobre esta.
Pude comprobar que a los nativos de Cáncer les
gusta ejercer poder sobre aquellos que dependen de ellos.
Lo hacen sutilmente e indirectamente, manipulando los
deseos de los otros, en una oculta negociación
donde el otro siempre es el que queda en deuda. Maneja
una ambigüedad encubierta que manifiesta por un
lado brindando la asistencia y contención necesaria
para que los suyos estén bien, pero asi mismo
esta acción es utilizada para exigir de los beneficiarios
un agradecimiento y reconocimiento perpetuo.
Su accionar no es desinteresado, por el contrario,
da por sentado que aquellos a los que ha favorecido
deben sentirse obligados para con él.
Una frase muy frecuente que he escuchado en boca de
madres cancerianas es:
Con todo lo que hecho por el/ella
.
Todo el sacrificio que he puesto por su bienestar
.
Y dejando la frase en suspenso, ponen en su rostro
una dolorosa expresión y con ojos inflamados
por la acumulación de lágrimas a punto
de desbordar, dan pie para que uno termine la frase
inconclusa:
Con todo lo que he hecho por el/ella y así
me paga y
Todo el sacrificio que he puesto por su bienestar,
es un mal agradecido/a, no considera mis desvelos
Podemos decir entonces que cáncer ejerce dominio
sobre los que ama, y ese excelente accionar
se los recuerda para que nunca olviden lo que hizo por
ellos.
Divide y reinarás
Dado a su acción indirecta, los nativos no acostumbran
ejercer el poder sobre su círculo en forma masiva.
Por el contrario son muy hábiles para dividir
y provocar enfrentamientos entre los suyos, sean hijos,
hermanos, parientes, amigos, compañeros etc.
De esta manera el canceriano/a se siente libre para
trabajar en lo que para ellos es su plan de acción.
El que por sobre todo les confiere seguridad y control
emocional sobre las personas que les interesa. Su proceder
al igual que el animal que simboliza al signo marca
un movimiento de avance, retroceso y lateral. Observando
dicho ejemplar tenemos una clara idea de cómo
nuestro nativo comenzará a moverse cuando consiguió
dividir y fraccionar su campo de acción.
Va de un lado a otro, sugiriendo, comentando y relatando
hechos de uno y otro miembro a unos y otros, creando
así una gran madeja de entredichos, rumores y
preconceptos de los que solo él es responsable.
Es dable comprender que esta forma de actuar es propia
de aquellos que padecen una gran inseguridad e inestabilidad,
con esto no asevero que todos los nativos sean así,
no, hay nativos evolucionados y con un trabajo interior
intenso. Pero el resto no tan evolucionado presenta
con frecuencia dichas características.
Una vez que el plan ha sido desarrollado con gran limpieza
y en toda su extensión, nuestro nativo se siente
feliz de poder tener en sus manos el manejo de todos
los hilos, al igual que el titiritero. Ahora él
y nadie más que él, posee el control de
cada uno de los miembros de su familia, de sus reacciones,
de sus emociones, arrebatos, costumbres, hábitos.
Ya nada puede pasar sin su previa vista o control.
Pero como en la vida nada es eterno y la verdad siempre
sale a la luz, el plan se derrumba. Nuestro canceriano
entonces vuelve a dar un paso al costado y deja el puesto
de control general para ocupar el de víctima
acusada vil e injustamente por todos aquellos que el
o ella tanto ayudó. Llantos, conmociones y hasta
somatizaciones he podido comprobar en dichos nativos.
Frases como:
¡Pero, cómo yo habría de
hacer algo para lastimar a mi familia!,
Injustos, injustos todos, de no poder ver aquel sufrimiento
encapsulado en un cuerpo sufriente, injustamente atacado
por los desagradecidos que lo rodean.
Entre llantos, reproches, y dolorosas echadas en cara,
deforman la realidad pasando de ser déspotas
emocionales a víctimas sufrientes.
El tiempo pasa y en definitiva la familia merece tener
otra oportunidad para revindicarse. Nuestro nativo por
amor a la misma sabe perdonar, mas no perderá
la oportunidad de recordarles a los integrantes, todas
las veces que la vida se lo permita, aquellos actos
que llegaron a enfermarlo/a por el sufrimiento. Aunque
ya más tranquilo se encargará de transformar
sólo un poco la realidad, para dejar un recuerdo
más en el álbum familiar y mientras hace
esto nuevas ideas ya aparecen en su aparato mental-emocional
para seguir con su vida.
La otra cara de cáncer, signo difícil
pero no imposible de entender. Invito al que haya leído
este artículo hasta el final que estudie al nativo
de cáncer que la vida en un arrebato de generosidad
le presente, pero por favor ¡¡¡¡¡CUIDADO
CON LAS TENAZAS!!!!!.
© Copyright por Claudia Lamata de Gigli
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