Los signos de fuego se caracterizan por poseer una
tremenda vitalidad y energía. Al estar en compañía
de una persona cuyo signo pertenezca al elemento fuego,
uno siente como una corriente de energía que
emana de esta y nos toca. Las palabras de ánimo
que nos puede dar uno de estos nativos es incomparable
a las de los otros tres elementos. Ya que va cargada
de fuerza, entusiasmo, esperanza y fe. A diferencia
del agua que nos podría consolar o animar desde
las emociones o los sentimientos, la tierra con su necesidad
de no perder la seguridad y pisar en firme, y el aire
restándole importancia a todo aquello que pueda
intoxicar nuestros pensamientos, para dar lugar a perfectos
análisis y abstracciones de origen intelectual.
En cambio el fuego es el elemento que nos inyecta aquella
energía cargada de entusiasmo que a veces necesitamos
recibir.
Entusiasmo es el término adecuado para definir
al signo de Sagitario. De los tres signos, Aries ,Leo
, Sagitario este último es el que mas entusiasmo
posee, ya sea en el emprendimiento de un nuevo proyecto,
como en la lucha por un objetivo noble,( por lo menos
así lo creen ellos) sea política, social,
religiosa. De hecho es el signo que Júpiter regentea
en toda su plenitud. Y como su regente, Sagitario reacciona
con la llama sagrada del entusiasmo enarbolando la bandera
correspondiente a la causa a la que se entrega.
Hasta aquí toda esa energía cobra vida
en una maravillosa imagen de lucha y aventura, pero
repentinamente nuestro sagitariano comienza a bajar
la frecuencia de su entusiasmo, justo cuando está
por rozar la meta u objetivo tan buscado. Es entonces
cuando la insatisfacción irrumpe en tan optimista
espíritu.
La insatisfacción sagitariana uno la puede percibir
a diario, en el trato de todos los días y hasta
en las pequeñas cosas. Es muy común ver
a un nativo/a de este signo apurado.
Sagitario vive apurado, como si siempre llegara tarde
a todos lados. Si van a almorzar o a cenar con alguien,
piden rápido la carta, mirando al mozo para que
se acerque a la mesa, come mas ligero de lo normal,
por supuesto finalizando antes que su compañero/a.
Es habitual en estos nativos ver que se mueven mucho
en las sillas en que están sentados, como si
en cualquier momento se levantaran para irse. También
cuando llegan a un lugar parece que dijeran Hola
y Adios,o algo así como :
Bueno aquí estoy, hablemos rápido
que me tengo que ir, se sientan y se levantan
para volver a sentarse, si hay algo que quedó
en el tintero por enterarse.
Las charlas telefónicas suelen ser breves o
si se extienden tratan de tocar todos aquellos temas
que les interesan con una velocidad apabullante. Lo
importante es abarcar todo en poco tiempo.
Sagitario vive en un eterno apuro, como si la vida se
le escapara por entre los dedos y vivieran de acuerdo
a un reloj diferente al resto de los relojes del mundo.
Después de vivenciar ciertas experiencias con
Sagitario llegué a la conclusión que esa
insatisfacción a la que antes me refería
no era una simple hipótesis, sino una tremenda
realidad.
La búsqueda permanente de nuevas metas, trabajos,
objetivos, proyectos, planes o actividades varias cumple
la función de satisfacer de a ratos aquellos
grandes y profundos vacíos que poseen.
Sagitario conforma una difícil transición
entre la profundidad e intensidad de Escorpio y la estructura
y practicidad de Capricornio. Sagitario salió
ileso de la crisis escorpiana y corre queriendo dejar
atrás aquella experiencia de muerte y resurrección,
para entregarse como un niño fuerte y desenfrenado
hacia aventuras divertidas y emocionantes.
Aventuras que dejan de serlo cuando al objetivo deseado
hay que darle forma, estructura y utilidad. Es ahí
cuando se encuentra en los límites de un Capricornio
que lo mira con gravedad y exigencia. Por lo tanto Sagitario
emprende la retirada en busca de alguna otra causa por
la que luchar que nuevamente lo lleve hasta la frontera.
Le asusta la rutina y la uniformidad, es por eso que
busca situaciones que lo mantengan mental y físicamente
activo con diversos matices. Se aburre con facilidad
dejando muchas veces las actividades o tareas que emprende
sin terminar.
Es muy común observar que el Sagitariano nace
sabiendo, entonces ¿para qué perder tiempo
en lo que su admirable intuición jupitereana
le concede?. La fama de poseer cierta soberbia no es
en vano, aunque mas tarde tenga que reconocer haberse
equivocado.
Como todo signo de fuego Sagitario posee una alta cuota
de egoismo, es propio de este elemento pensar primero
en ellos y después en el resto. Luchar por causas
distintas no nos habla de un interés total y
absoluto hacia la comunidad, sino en primer lugar un
deseo de satisfacer sus propias necesidades y luego
las de los demás.
Humildemente creo que Sagitario tendría que
trabajar un poco más todo lo relacionado al trato
con el otro. Quizás debería aprender a
entregarse de verdad a una causa pero sin tanta exteriorización
innecesaria. Como a la entrega de sus afectos. Probablemente
salir de su centro para entender que le pasa al mundo
y no apoyarse en discursos y parlamentos exagerados.
Capaz tenga que dejar de decir haz lo que yo digo
mas no lo que yo hago. Debería dejar de
ser menos moralista y más humano. Dejar de ser
Zeus y pasar de una vez al mundo de los mortales.
Estoy segura que si Sagitario toma conciencia de todo
esto y mucho mas, su insatisfacción va a desaparecer,
para dejar lugar a una templanza propia del sabio y
del humilde.
© Copyright por Claudia Lamata de Gigli
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