El sexo y el dinero corresponden en el zodíaco
en reposo al eje II/VIII, es decir al eje Tauro-Escorpio.
Si tomamos a sus planetas regentes tenemos a Venus-Plutón.
Sobre este tema, Liz Greene junto a Howard Sasportas,
en el libro Planetas Interiores ofrecen un análisis
perfecto, explicando el carácter de los nativos
que lo poseen, así como sus consecuencias cuando
estas energías no están bien dirigidas.
Con lo cual tenemos la información que Venus-Plutón
es un contacto difícil referente a lo amatorio
y pasional; es intenso y hasta carente de reflexión
cuando se activa por tránsitos o progresiones.
Los nativos suelen ser celosos, posesivos, manipuladores
con sus parejas, haciendo muy difícil su convivencia.
Ahora bien, como es mi costumbre, observé y
estudié a Venus-Plutón en la práctica,
en la rutina de la vida diaria y para mi sorpresa no
encontré a estas personas tan celosas, ni tan
posesivas, ni con pasiones amatorias tan intensas. Pero,
lo que noté en muchos casos con emplazamientos
en diferentes signos, fue, sí, la fuerte pasión
por el dinero. El celo, la posesividad, la manipulación,
el deseo de obtenerlo y retenerlo, como el miedo a perderlo
o gastarlo.
De los aspectos entre Venus-Plutón la conjunción
es la más reveladora de dichas características.
Si bien la cuadratura también refleja esta condición
y el trígono como el sextil lo hacen de una forma
mas leve, la conjunción es la que sella esta
imagen.
Hay algo que es notorio cuando Plutón forma
un aspecto con otro planeta, y es la ocultación
de lo que deriva del mismo. Cuando analicé Marte-Plutón
comenté que el nativo por lo general ocultaba
sus reacciones, las escondía, lo mismo ocurre
con Venus-Plutón. Si uno trata a estos nativos,
no percibe en un principio que puedan tener un rasgo
tan particular con el dinero, más bien se puede
pensar que es gente cuidadosa.
Estas personas necesitan de la plata pero no solo para
vivir, gozan y se deleitan cuando saben que la poseen,
que es de ellos. Tratan de no gastarla, más bien,
sí, de guardarla y hasta de esconderla; se alteran
si alguien descubre el banco o entidad donde está
depositada. Hasta pueden llegar a fraccionar el capital
y ubicarlo en diferentes lugares, por lo que se cargan
de fechas de vencimientos y movimientos bancarios que
lo tienen registrado en clave o bajo llave.
Se produce una fusión con el oro, con el dinero.
Se diferencian de los especuladores comunes o de los
corredores de bolsa que trabajan de esto y se mueven
con soltura expresándose abiertamente. Nuestros
nativos actúan en silencio y traman el movimiento,
cuidando su preciado tesoro, llevando esa protección
a los extremos.
En astrología tenemos a varios significadores
del dinero y su uso:
Tauro como signo nos muestra la importancia no solo
de la plata, sino de los bienes en general, Escorpio
también en su lectura como signo nos habla de
los bienes de los otros, Cáncer se aferra como
Capricornio al dinero también, pero lo hace toscamente
sin especulación, es el que no come el huevo
por no tirar la cáscara. Pero Venus-Plutón
son energías puras. Venus de Tauro representa
a los valores y Venus de Libra busca la negociación,
Plutón trama, manipula, oculta. En síntesis
es el manejo de los valores a través de una negociación
no muy clara, buscando siempre lograr un equilibrio
para no perder y tener siempre el control.
No me cabe duda que para estos nativos en determinados
momentos de su vida el control sobre el dinero ha ocupado
un primer lugar. Puedo asegurar que a pesar de la ubicación
del Sol por signo y casa, como el signo que ocupa el
ascendente, el emplazamiento de Venus o la Luna, más
allá de todos estos elementos que se toman en
cuenta para el análisis ordinario de una carta,
el contacto Venus-Plutón se hace notar.
Y lo que siempre he buscado en estas personas es la
pasión afectiva, amatoria o los celos desenfrenados;
lamento decir que no pude encontrar nada que saliera
de lo normal, común a aquellos celos propios
de quienes se aman o de las rabietas comunes que cualquier
pareja pueda tener.
Pero si me di de frente con un gélido proceder,
el calor de la pasión Plutoniana evidentemente
se evapora y la mente de estos nativos a la hora de
elegir entre el amor o el dinero no duda en inclinarse
por la segunda opción. El amor pasa a un segundo
lugar y si hay que sacrificarlo no dudan en hacerlo.
A continuación pondré algunos ejemplos.
Las tres primeras cartas corresponden a tres hermanas.
Es un ejemplo en que el contacto Venus-Plutón
está presente en conjunción, en cuadratura
y en trígono.
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Comenzando por la primera podemos apreciar que
la conjunción está emplazada en
casa VII, en el signo de Libra. Estamos frente
a una conjunción muy cerrada, por lo tanto
actúa con mucha fuerza.
Esta mujer es muy determinante, como buena escorpiana
que es no anda con rodeos y va al punto. Para
ella lo más importante en su vida es el
dinero, lo dice y afirma con total naturalidad,
como también dice con total soltura que
sin este no puede vivir y que si no lo obtiene
es totalmente infeliz.
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Para ella el amor ocupa un lugar secundario en su
vida y pretende que él hombre que está
con ella le provea de todo lo que necesite. Solo trabajaría
en caso que lo decidiera o le pusieran un negocio que
a ella le interesara, pero no es de su agrado trabajar.
La persona o las personas que estén a su lado,
para poder gozar de su encanto y dulzura deben pagar.
Como vemos es un Sol en Escorpio en caso VIII, esto
ya nos está hablando un poco también del
uso del dinero del otro. Está en conjunto a Urano,
totalmente inconvencional y amante de la libertad, es
decir NO a las estructuras y a los límites.
Pero abocándonos al tema de este artículo
la presencia de la conjunción tan angular y tan
cerrada hace posible el cumplimiento de los deseos de
esta mujer, a través de la casa VII, proyectando
en el otro sus intereses.
La segunda carta corresponde a
una de las hermanas. En este caso tenemos una
cuadratura disociada. Pero el contacto está,
aunque no sea tan cerrado en grados como el anterior.
Esta mujer también afirma
que la plata es muy importante. Esta casada y
tiene hijos, y la pelea silenciosa y muy trabajosa
que tiene con su esposo es sobre el dinero. El
deseo de ella es que él ponga a su nombre
el dinero que heredó de su familia.
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Su primer hijo no es de esta persona y para asegurar
el capital tuvo un segundo hijo cuyo padre es el actual
esposo. Dicho por ella misma, de esta forma la familia
de él no puede obviarla. Tampoco trabaja y solo
realiza una actividad por placer, pero no es su intención
trabajar. Es notable como en este caso la nativa trata
de disimular su avidez por el dinero.
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Aquí nos encontramos con la tercera hermana.
El contacto se nos presenta en trígono,
aspecto más fluido pero por eso no deja
de ser trascendente. Esta mujer tuvo un matrimonio
malo, digamos algo bohemio, del que tuvo un hijo
por el cual se preocupa.
Según ella ha trabajado y sigue buscando
algo que la reditúe, pero por lo visto
nada se puede acomodar a sus expectativas.
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Está con parejas que la mantienen a ella y
a su hijo y de lo contrario cuando la otra parte dice
basta no hay más dineroel vínculo
se rompe, seguido de lágrimas y depresiones.
Muy propio de Piscis. Esta mujer afirma que si bien
el dinero no lo es todo, ella no puede prescindir de
él, y que el hombre que la quiera debe entender
que ella y su hijo tienen necesidades.
Vemos como el aspecto fluido del trígono suaviza
la intención de Venus-Plutón a diferencia
del primer caso en que la intransigencia es muy intensa.
En el segundo caso la cuadratura impone la pelea, el
tira y afloje constante y el desgaste que esto implica.
Creo sinceramente que la energía de Venus-Plutón
va más allá del interés por el
dinero y de la locura por la pasión amatoria.
En su sentido más elevado es un aspecto de grandes
trasmutaciones energéticas, propias de un Plutón
que nos muestra el umbral de la liberación y
de las ataduras carnales, como de un Venus cuyos valores
son totalmente etéreos, respondiendo a las energías
más cristalinas y puras de nuestras almas.
Si algún día logramos hacer una lectura
bajo estos conceptos, entonces podremos decir que estamos
evolucionando.
© Copyright por Claudia Lamata de
Gigli
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